Mucho se ha dicho acerca de que las FARC ya no son una guerrilla sino más bien una empresa narco-terrorista. Mucho se ha hablado acerca de que las FARC han perdido todos sus ideales. Mucho se ha discutido sobre hechos que muestran a las FARC como un grupo de bandoleros que no les importa nada el país. Creo que todo esto es verdad.
Los hechos ocurridos ayer en el Caquetá confirman la sed de sangre de este grupo armado que definitivamente no pelea ni por, ni para, ni con el pueblo colombiano. Esto del 'paro armado' es simplemente inaceptable. Como también lo es el hecho de que quieran que el gobierno nacional despeje al Putumayo y al Caquetá para poder 'intentar' hacer un acuerdo humanitario. Pero acribillar a 9 civiles y dejar a otros 11 heridos en la mitad de una carretera es definitivamente un acto de locura. De locura insensata porque si lo que buscan es mostrar su indignación por la posible reelección de Uribe, lo único que realmente están haciendo es ayudarlo en las urnas.
A Uribe no se le gana matando ni secuestrando a más gente. A Uribe se le gana mostrandole al país que las prioridades en Colombia para asentar las bases de un mejor futuro para las próximas generaciones no son ni dar mas bala, ni soportar un sistema que le sirve solo a la élite del país. Las prioridades tienen que estar de cierta forma directamente relacionadas con la población. Si el 60% de los colombianos son pobres, entonces primero que todo toca ayudar a esas 24 millones de personas (las cuales son de por sí miles de votos asegurados). Así se le gana a Uribe en las urnas. A punta de bala no va a ser porque eso simplemente le sigue dando la razón.